Estamos en la semana de competición, se acerca el día esperado, el fin de semana que llevamos preparando desde que empezó la temporada, empieza la cuenta atrás y también las dudas…
Aparecen dolores musculares, uff en esta semana aparecen los dolores inesperados, típico de la semana de competición. Siempre duele algo que nos hace pensar que ya no estamos bien, que no vamos a poder correr como queremos, ya no vamos a cumplir el objetivo, etc y etc. Los pensamientos negativos se retroalimentan y las preocupaciones crecen. Todo es fruto de los nervios…
Empezamos a no dormir bien por las noches. Nos pasamos la semana visualizando la carrera de mil y una maneras. Lo mejor es que tengáis tranquilidad mental y no derrochéis energía.
Ya sólo quedan dos días y empiezas a tener dudas, te cuestionas el ritmo al que debes salir, tu entrenadora te lo volverá a recordar, sabe que lo puedes hacer y eso te reconforta para estar más seguro. Con todos esos buenos entrenamientos que llevas haciendo desde Agosto…
Esta semana estás descansando, y eso es lo importante. Cuanto más mejor. ¡Dejas las compras del Black Friday para otra ocasión! Posponer todos los planes que os surjan para la semana que viene; hay que rentabilizar esfuerzos. Sofá, manta y pijama, ideal 😉
Se nos han olvidado los geles, ¿Qué me tengo que tomar? Y el día de antes a última hora te vas a comprar todo tipo de potingues, por si acaso, y aunque te hemos dicho mil veces que hay que probarlos antes piensas, «Va no pasa nada seguro que me sienta bien». Esto ya tiene que estar preparado chic@s. No cambiéis nada de los que habéis entrenado.
Esta tarde o mañana iréis a recoger los dorsales y estaréis más contentos. Vemos a los compañeros, nos hacemos fotos y las colgamos en las redes sociales (importante eh!), ahora sí está todo listo para el día 1D. Quiero estar relajado aunque noto cosquilleo en el estómago. Por cierto, los dolores estomacales y las visitas frecuentes a Roca son habituales…
No os olvidéis que mañana por la mañana hacemos una activación, a la misma hora de la carrera, 8:30h, en el Parque Ribalta. Nos juntaremos con los compis, activaremos el cuerpo para recordarle que al día siguiente tiene que estar espabilado, compartiremos sensaciones con el resto de runners y amigos, y luego, a desayunar todos juntos para eliminar esos pequeños nervios.
Antes de ir a dormir nos preparamos toda la ropa, calcetines, geles, reloj, pulsómetro, zapatillas, pantalones, camiseta con dorsal, todo bien estirado en la cama, y le hacemos foto, por supuesto, para Face, Insta, grupos de whatsapp… 🙂 Lo dejamos todo bien colocado para la mañana siguiente..
Nos queremos dormir pronto la noche previa para rendir, nos acostamos a las 22h pero evidentemente das mil vueltas y no puedes dormir. Y seguimos dándole vueltas a la cabeza. Qué nervios, miro el reloj y ya son las 23h… 23:30h… Más de una hora en la cama y no me he dormido… :O No os preocupéis, mientras estéis descansando bien el resto de la semana…
Por la mañana, te levantas con pesadez, intentas testear todos los músculos y no quieren responder; «joder que mal me encuentro»- piensas. Los nervios a flor de piel, estoy que me subo por las paredes, quiero que se de ya la salida y quitármelo de encima. Que pase ya!!
Calentando estamos serios, preocupados, pero me intento autonconvencer que todo está bien. Busco salir con algún compañero para apoyamos mutuamente… Claro que sí, puedo y lo voy a hacer! Eso tienes que pensar.
Nos despedimos, os vais a los cajones y por fin se da la salida… Sí, el pulso está alto por toda la tensión acumulada, pero enseguida pasan los primeros kilómetros y coges tu ritmo ideal y vas teniendo sensaciones fantásticas. Ojo, frenaaaa, no te dejes llevar por la emoción del principio, que tenemos que correr al final. Corre de Menos a Más, disfruta del ambiente. Cuando llegues a esos 35 ya sabes que lo tienes, y de aquí en adelante con todo.
Con esos ánimos y empujones del público en la parte final, vas a acabar haciendo MARCA PERSONAL. Y todos estaremos contentos, y tu entrenadora tanto o más como tú, porque te lo mereces y has entrenado para ello sacrificando muchas horas de estar con la familia. Te dan tu medalla finisher, te grabas la marca y luego fotito también para colgarla! 😉
Avituallate al acabar, importante la recuperación de después durante toda la tarde, que se nos olvida siempre. Vas encontrando a tus compis que van llegando meta, estamos todos contento, nos hacemos fotos, quedamos para irnos a comer y rememorar 20 veces lo bien que hemos vivido…
Hasta que no llegues a casa, una vez tumbado en el sofá, me doy cuenta de lo cansad@ que estoy. Pero estoy tan excitado que no puedo ni conciliar el sueño. Pero me quedo reviviendo los momentos mágicos que he vivido en carrera, buah ha sido increíble, qué pasada, aún podría haber rascado algún minuto más…
¡Voy a apuntarme a la maratón del año que viene otra vez!
Pensar que no vale la pena pasar esta semana de tensión, nervios y angustia, si al final todo sale sobre lo previsto.
DISFRUTARÁS MÁS Y SUFRIRÁS MENOS.
¡VAMOS EQUIPO, A POR ELLO!